miércoles, 1 de abril de 2009

AUTOESTIMA, LOS HÈROES MAYORES

La juventud reúne los encantos de la vida; la luz resplandeciente, la materia que está compuesta con electrones y protones, la mente, el corazón claros y rebosantes de entusiasmos y esperanzas, los músculos cimbreantes, los sentidos agudos con el aire y el agua; estimo este completo ser con plenitud de facultades, me estimo, me estiman y alaban los dones que poseo y el narcisista dice lo bello que es el cuerpo con juventud radiante y sin par.

Y la naturaleza con sus monumentos gigantes creados por la modernización del globo terráqueo; las llanuras extensas plataformas para recibir a toda clase de visitantes: flores, ramas, árboles, animales, insectos y aves que vuelan por todos los dominios de las c0marcas. El hombre con su ambición amplificada destruye esas inmensas riquezas de dentro y fuera de los límites permisibles para la vida, con sus máquinas tronadoras, chimeneas humeantes y siniestras polucionan todos los horizontes, el oxígeno y el líquido elemento.

Todo evoluciona, como los cuerpos y las mentes, el hombre ha conquistado a través de la investigación la prolongación de la juventud de los seres humanos. "Más importante que haber duplicado la duración de la vida es la agradable realidad de mantener la piel tersa, los músculos activos y la mente capaz de sentir, gozar y crear."

Ser "adulto mayor", de la "tercera edad", terminajos dizfrazados te ternura por los circunstantes que piensan que llegar a VIEJO es haber perdido todas las facultades. Hoy sólo la juventud vale. Sobre todo la "imagen juvenil", el joven presume de su juventud como si se tratara de un valor permanente y no del efímero momento de tener juventud; el paso vertiginoso e ineludible del tiempo todo lo transforma.

Ser mayor es tener la existencia bien ganada, es haber asimilado con su fuerte y robusta contextura física y mental los desengaños y el haber participado de la alegría de los grandes momentos. Ser viejo es haber vivido y esperar seguir viviendo. Vivir es hacer, tener esperanza de seguir realizando, de desear, de amar, de construir a través de los consejos, de la experiencia y mientras se llega a la frontera se está con vida, con otras esperanzas, proyectos e ilusiones.

En tiempos no lejanos los "mayores" eran valorados y respetados en la familia, muchos puestos preponderantes de las instituciones estaban en sus manos experimentadas, bajo el juicio reflexivo de sus cabezas blancas; en la actualidad, la crisis de valores que sufrimos; la vejez ha perdido su antigua dignidad; sin embargo, es frecuente obervar a personas de edad integradas perfectamente en los afanes del mundo, como ejemplo: Ronald Reagan cuando llegó a la presidencia de los EE. UU., tenía 69 años. Picasso utilizaba magistralmente sus lápices de colores cerca de los 90 años; muchos pensarán que estos nombres son una excepción, porque todos los viejos no tenemos la misma capacidad de aquellos, muchos no podremos ser estadistas ni tener conocimientos de la Magna Ley de Mendeléliev, ni tener la fe de mover montañas; pero, tenemos justo lo que a muchos les hace falta: JUVENTUD ACUMULADA, VALIOSOS AÑOS DE EXPERIENCIA CON TRABAJO CONSTRUCTIVO.

Lic. Sócrates E. Hernández H.