domingo, 31 de mayo de 2009

LAS FÁBULAS DE ESOPO

Por: Bertha Cerda de Pacheco
Profesora jubilada

Siendo estudiante de cuarto año de secundaria nuestro profesor de castellano (materia Oficial) nos impartía también nociones de Literatura, nos explicaba lo concerniente a novelas, poesías, cuentos, fábulas, anécdotas, coplas, refranes, etc. Inclusive nos incentivaba a la lectura, análisis y comentarios de obras literarias; como ejemplo la novela "Cumandá", es más, una de las tareas era, copiar en un cuaderno exclusivo para ello, primero una plana, poniendo nuestra atención y proligidad en las letras con dificultad ortográfica, como son: la b y v, la c, s y z; la j y la g, etc. Las cuales debían estar escritas con tinta roja.

En nuestro tiempo o época de estudiante, para escribir utilizábamos plumero con pluma y tintero con tinta azul o roja; luego, apareció el estilógrafo al que se lo llenaba con tinta, mediante succión.

Si por falta de atención, cometíamos algún error el profesor nos doblaba el deber, algunas ocasiones llegábamos a hacer Copias en 5 o en 6 planas hasta cumplirle correctamente. Bueno yo le agradezco a este señor profesor, un excelente maestro a quien le debo el tener ortografía y caligrafía Con este ligero preámbulo describiré algo sobre las fábulas que es mi tema central.

Las fábulas son breves y sencillas, escritas indistintamente en verso o en prosa, y cuyo propósito es ilustrar una enseñanza moral. Los actores son frecuentemente hombres, animales e incluso seres animados.

Las fábulas son muy antiguas. Las mejores de ellas fueron escritas por Esopo un esclavo nacido en Frigia, hacia el año 620 a. de J.C.

Esopo, escribió para todos los tiempos. Sus fábulas se distinguen tanto por la perfección del fondo como por la corrección de las formas y por su encantadora naturalidad. Poseen además, un valioso sentido didáctico moral; por eso su filosofía y su contenido constituyen lecciones para los mayores, mientras que sus relatos hacen el delite de los niños.

Las fábulas de Esopo se hallaban muy dispersas. Un monje griego del siglo XIV las recopiló. Desde entonces muchos escritores han vertido estos relatos a todos los idiomas, tanto en verso, como en prosa.

Las mejores fábulas de tan insigne moralista han sido cuidadosamente revisadas, adaptadas y publicadas por Su Saeta Ediciones.

Leamos una de ellas:

LAS RANAS Y LOS TOROS

Una rana, posaba al borde un estanque, contemplaba a dos toros que se embestían mutuamente en un prado cercano.

- ¡Mirad qué riña tan tremenda! - Dijo a una compañera ¿Qué sería de nosotros si animales tan corpulentos vinieran por aquí?

- No os asustéis respondió la otra ¿Qué nos importa la riña de esas bestias? Además esos animales no son de nuestra clase.

- Cierto es, replicó la primera, pero yo pienso que el vencedor buscará refugio por estos lugares; y, entonces podría aplastarnos con su enorme peso si no tomamos las debidas precauciones. Ya ves, amiga mía, que no sin razón me preocupa la contienda.

Moraleja: "Cuando los poderosos riñen entre sí, los débiles sufren las consecuencias".


Interpretemos a nuestra manera el contenido de esta fábula y relacionémosla, su enseñanza moral con los protagonistas de nuestro entorno.