jueves, 4 de abril de 2013

EN LA MUERTE DE RAÚL PLAZA LÓPEZ



3 de abril de 2013, en la Catedral de Latacunga

El señor Presidente de la Casa de la Cultura “Benjamín Carrión Núcleo de Cotopaxi, Dr. Edmundo Rivera, me ha honrado para que realice el Epicedio para Raúl.

Digo con Barbusse: “Si yo me callo, muero; pero habiendo hablado, si muero no me callo”.

Primera vez, Amigo te envío una misiva llena de los mejores recuerdos…, de recuerdos de canciones y poemas, de relatos, de novelas, de mil conversaciones en la rueda de amigos escritores, declamadores, periodistas, de hombres y mujeres del bien decir; en reuniones de cultura de la Casa “Benjamín Carrión”, del Grupo Literario “Galaxia”, de la Sociedad Bolivariana, de los periodistas, de los profesores, digo te envío un mensaje al mundo del misterio. ¿Me leerás? Te llegarán las notas emotivas al infinito ignoto, escucharás estas palabras de todos tus amigos a través de mi trémula voz, Porque si todavía no sabemos lo que es la vida ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?

Encargo que lo cumplo sabiendo que no basta con pensar en la muerte sino pensar en la inmensa obra literaria que dejas en tus cientos de artículos que fueron leídos ávidamente por habitúes lectores. Y que los seguiremos leyendo en tu libro que después de pocos días saldrá a luz con el auspicio de la Casa de la Cultura de Cotopaxi, nos dejas un gran legado de cultura.

Y es que tu libérrima y enjundiosa pluma se empapó de los dones de tu tierra natal, El corazón, cantón Pangua, fecunda por excelencia, do el verdor eterno de los campos labrantíos da al hacer cotidiano el himno a la vida al trabajo fructífero y constructor. Donde el jilguero entona sus melodías a la par que sus habitantes en un sinfín de versos y canciones y que al compás de una vihuela compañera en las noches alegres de desvelo sirve de inspiración a las aves canoras y a sus habitantes inspirados en eso, la belleza inconmensurable de la naturaleza.

Fuiste el arquitecto de un hogar donde floreció el amor con tu esposa Victoria Bautista que brotaron tus 10 hijos que fueron el complemento de tu existencia.

El día de tu muerte fue el primero de abril, te fuiste en el viaje eterno con los colores de Cotopaxi, mientras nosotros alborozados celebrábamos los 162 años a erección provincial, seguramente tu último pensamiento fue en la cultura y en el bienestar y progreso de los cotopaxenses.

Jovino Raúl Plaza López, hombre de gran verbo, que siempre en sus discursos era aplaudido calurosamente, como ejemplo: El Consejero Raúl fue distinguido por el H. Consejo Provincial de aquel entonces para que colocara el retrato del exjefe Supremo de la Nación, General G. Alberto Enríquez Gallo en el Salón de Honor de esa Institución, el 24 de julio de 1974; y, te hiciste eco de las siguientes palabras “El Gral. Alberto Enríquez, compuso el poema más conmovedor y revolucionario de su tiempo con la temática el Código del Trabajo que anunciara la caída del abuso”.

“Este paraíso perdido se llama el Corazón, y aquí vivió en Gral. Como huésped de honor y por eso en sus pupilas se encendió el infinito azul perlado de estrellas y en su alma la figura del tiempo, la suavidad del clima edificante, se convierte en recuerdos gratos que afloran en la casa presidencial… Y es entonces que ese rincón de la Patria se convierte en el Cantón Pangüa”.

Ha muerto Raúl, ha dejado esta tierra llena de pensamientos, que hasta el momento de dar su último suspiro dijera a uno de sus acompañantes hijos dadme una pluma para expresar mi postrer pensamiento y como no pudiera empuñarla lo dijo paladinamente, así fue, así lo hizo.

Fue al atardecer del primero de abril que cerró sus ojos definitivamente; y, aquí sus amigos en la cultura hemos sentido tomar una parte muy honda en la amargura inenarrable de quienes fueron la sangre vital de su propio corazón- sus hijos-, nosotros hemos encendido la lámpara votiva del apasionado recuerdo a su memoria. Acepta querido amigo esta corona de siemprevivas que con el corazón depositamos en tu tumba, ¡HASTA PRONTO, HASTA LA VISTA Raúl!

Lic.Sócrates E. Hernández H.


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